Somos la esencia del libro de la vida, somos los autores y editores de nuestra historia, no existen secuelas solo una parte, queda de nosotros el hacer una comedia o tragedia de ella.
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pompon

lunes, 21 de noviembre de 2011

UN PRODUCTO FACIL DE ENCONTRAR

Para NUESTRAS NIÑAS que lucen su cabello afro al natural, les recomiendo la línea Hidradisíaco (Hello Hydration) de Herbal Essences con una fusión de leche de coco y orquídeas.


Ahora, a disfrutar de una melena perfumada y manejable!

investigar en esta pagina es muy interesante:

  http://cabelloafro.com/

mmm estaremos al tanto..aunque abogo por nuestros Pompones ..:)

¿PELO LISO Y SIN RELAXER? SEGUID LEYENDO



Muchas que se desrizan el cabello, han sufrido quemaduras del relaxer por aquello de "cuanto más aguante, más liso me quedará" mala decisión, la sensibilidad del cuero cabelludo varía en función de cada persona.
También hemos soñado con una varita mágica que haga ¡chas! y deje nuestro cabello liso, sin sufrimiento picores y escozores..
OK, ETNOESPACIO ha dado con una varita mágica : ¡AMAZONIA!

Una leave in conditioner que hidrata, restaura y revitaliza el cabello y además, transforma el cabello más afro y encrespado, en el cabello más liso y manejable que hayais podido imaginar nunca. Pronto lo comercializará ETNOESPACIO y os podemos asegurar que tras haber visto las demostraciones, va a hacer furor entre muchas de vosotras...

Lo he encontrado por las redes y me a encantado la forma de expresar de esta Mujer Pompon..leerlo Mamis

Yo, Mi melena y nuestras circunstancias (I)



Qué difícil es lucir siempre perfecta, ¿verdad, chicas? Estamos más que hartas de oír aquello del "para lucir hay que sufrir". Qué gran verdad. Que me lo digan a mí, y a mi melena. Soy el caso típico de persona que quiere lo que no tiene. La que tiene el pelo rizado, lo quiere liso; la que lo tiene liso, lo quiere rizado... ¿y las que lo tenemos como el estropajo nanas? ¿Qué hacemos con nuestra vida y, por ende, con nuestros cabellos? Es un calvario, y os lo voy a contar...

1ª etapa: Afrazo.


De niña, llevaba un afro natural, a lo Michael Jackson en los Jackson Five. O sea, estropajo nanas, a tope. ¿Veis esa melena? ¿Os imagináis cómo se puede peinar un pelo así? Yo os lo digo: no se puede. Pero, muy a mi pesar, mi madre insistía. Recuerdo aquellas tardes de domingo en que, estando yo sentada tranquilamente viendo la tele, ella aparecía con el peine. Sólo de ver el peine, empezaba el llanto, porque sabía la de tirones que se me venían encima: una hora, hora y media de tortura. Claro, no es fácil hacer esto:


Así que imaginad el show. Otro de los traumas que tenemos las niñas negras es... ¡que no se nos mueve el pelo! Estás en el colegio. Llegan todas esas niñas con sus melenas interminables, y esas coletas con aroma a colonia familiar, y horquillas y más horquillas (esto da para otro post), con esos cabellos ondeando al viento. Y tu pelo es como el cartón piedra: no se mueve ni p'atrás. Así que en la intimidad de tu cuarto, juegas a tener melena, colocándote camisetas, toallas, y cualquier cosa que pueda hacer de melena. Y te pones música, y juegas a desmelenarte, porque nunca has podido hacerlo.

2ª Etapa: Trencitas.
Llegas a la adolescencia y te cansas del afrazo. Y si tu madre, pretende que te quedes sentada una hora aguantando la tortura del peinado, le pegas un bufido horroroso, que por eso estás en la adolescencia, y sabes más que nadie. Así que se te aparece la virgendelchalecodepana y te dice "querida, ponte trenzas", y tú vas y te las pones, claro.



La visión de tu melena ondeando al viento te nubla los sentidos. Y por eso accedes a pasarte ocho horas, o más, sentada en una silla, sin ni siquiera atreverte a ir al excusado, porque cuando ya han pasado 3 horas, y te miras en el espejo y ves que todavía queda más de media cabeza por trenzar, te da el siroco, te quieres morir, y gritarle a tu peluquera -generalmente una prima, o una amiga de la familia- que te deshaga las que llevas hechas que tú te vas a tu casa.

Pero es que cuando todas las trenzas están hechas te ves taaaaaaaaaan sensacional, que no te importa seguir pasando por ese mismo calvario, tres o cuatro veces al año, durante una larga etapa de tu vida -3, 4 incluso 5 años-.

3ª fase: Transformación.
Te aburres de las trenzas. Ya no tienes aguante para estar esas ocho horas que antaño aguantabas estoicamente; además, ahora eres madre. No puedes pasarte ocho horas fuera de casa teniendo hijos. Así que optas por alisarte el cabello, con todo lo que eso implica.

Alisar un cabello afro es la madre del cordero. No te lo puede hacer cualquiera. Entonces tienes que buscar una peluquería donde sepan tratarte el pelo. Descartaste las peluquería africanas después de que te quemaran parte del pelo y se te cayera a mechones, como a Neve Campbell en Jóvenes y Brujas. Jamás se oyeron alaridos más terroríficos que los que di aquel día, en la ducha, cuando, al lavarme el pelo, un mechón de unos diez centrímetros se quedó adherido a las puntas de mis dedos. Never again.

Así que te pones a hacer un máster, más hard que cualquier MBA, para saber en manos de quién sí y en manos de quién no puedes poner tu querida (y corta, siempre corta, porque crece a la velocidad del movimiento de los árboles) melena. Te interesas por el alisado definitivo -o alisado japonés- y te informan de que no es válido para los cabellos afro. Que tu cabello se alisa con peróxidos, y el alisado japonés no te haría ni cosquillas. De paso, te enteras también de que debes evitar, por tu salud capilar, todos los productos que contengan siliconas y derivados; así que olvídate de todos los -cones, porque le dan una apariencia brillante pero ficticia, que, en realidad, lo que hace es partirte el pelo. Y con lo que te cuesta que te crezca un centímetros, no estás tú para que la familia Cone te haga destrozos.

Finalmente das con una peluquera brasileña que te da confianza. Cuida de tu pelo y, además de alisártelo, te hace tratamientos para fortalecer el cabello y contrarrestar tanta química que llevan los alisados.


Mucho Pompon

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La galería de Chicaparty en Flickr.

Pondré fotos con peinados y así inspirarnos, envíame las tuyas......

domingo, 20 de noviembre de 2011

Niña bonita

Niña bonita

Ana María Machado
Ilustraciones de Rosana Faría.
Caracas, Ekaré, 1994.
Colección Ponte Poronte.
Portada de "Niña bonita", de Ana María Machado
¿Dónde está la belleza de los seres y de las cosas? Ésta pareciera ser la pregunta que subyace entre las líneas de este cuento.
Una niña negra, "bien bonita", y un conejo blanco que la admira (y anhela su belleza) son sus protagonistas.
"—Niña bonita, niña bonita, ¿cuál es tu secreto para ser tan negrita?", la interroga el conejo.
La niña, ingenua y pícara a la vez, entabla un juego y le responde con ocurrencias que llevan al conejo a realizar las acciones más absurdas para alcanzar la belleza deseada.
La madre de la niña —"una mulata linda y risueña"— revelará el secreto: la cautivante negrura de la niña se debe a los "encantos de una abuela negra que ella tenía".
A partir de esa revelación, el conejo sabrá lo que tiene que hacer. El conejo blanco se enamorará de una negra coneja y juntos tendrán conejitos "blancos, bien blancos; blancos medio grises; negros manchados de blanco y hasta una conejita negra, bien negrita".
Las ilustraciones de Rosana Faría impregnan el relato de un ambiente cálido, cotidiano y familiar, resultando un apropiado complemento a la historia que se cuenta.
En una conferencia sobre el oficio de escribir para niños, Ana María Machado sostenía que la clave era "construir mundos y submundos con las palabras. Igualito que escribir para adultos. Sólo que, para niños, tiene que haber más, un supermundo —el de la esperanza—." (1)
Este supermundo está presente en Niña bonita; en la búsqueda del secreto de la belleza, al conejo del cuento lo mueve la esperanza. Ese impulso esperanzado y movilizador le permitirá encontrar la respuesta: descubrir al prójimo, conocerlo y amarlo. Y en ese encuentro, la autora no podía haber reflejado de mejor modo nuestra esencia latinoamericana: el intercambio, la mezcla, la fusión de culturas, en una cultura nueva, con identidad propia.

EDUCANDO, NORMALIZANDO

Hay varios libros para niños que hablan sobre cabello especialmente escritos para chicos  Afroamericanos pero que cualquiera otro niño puede disfrutar.
Sabemos cuan importante es el tema del cabello entre las niñas negras y cuantos prejuicios hay acerca de ello; este es el tema de algunos libros especificamente para niños, algunos de ellos hermosamente ilustrados.
El primero es  Nappy Hair de Carolivia Herron. Probablemnete muchos no sepan nada de la gran controversia que este libro desperto hace algunos años cuando una maestra de una escuela primaria en Estados Unidos decidio usarlo como material de lectura para enseñar acerca de aceptacion y tolerancia. Si estan interesados es saber que paso en ese entonces, este es el enlace (en ingles).
I love my hairDe todas maneras, mi opinion es que este libro es hermoso. Cuenta la historia de una niña negra con cabello “nappy” (muy rizado) y esta narrado de una manera que refleja la cultura de la comunidad afroamericana. Es divertido, tiene ritmo y tiene preciosas ilustraciones y ademas es una mirada en la cultura a la que pertenecen nuestros niños. Me ha gustado mucho.
Otro libro sobre cabello para niños es I love my Hair! de Natasha Anastasia Tarpley y la historia en este caso esta narrada por una niña que cuante como su madre le peina el cabello todas las noches antes de ir a la cama y como adora su cabello comparandolo a una lana suave, lineas de plantas sembradas en un jardin, un bosque e incluso a un par de alas que asegura algun dia Happy to be nappyusara para volar lejos. Es un libro muy tierno que les enseña a los niños sobre aceptacion.
El libro Happy to be Nappy de Bell Hooks es muy positivo y simpatico que los niños adoran (al menos los mios!) y aun los niños mas pequeños disfrutan, con ilustraciones a la acuarela muy coloridas.
Hay otros tres que tambien he leido, Wild, Wild Hair de Nikki Grimes, Cornrows de Wild, wild hairCamille Yarbrough y Nappy de Charisse Carney-Nunes.
Wild, wild hair es mas adecuado para un niño que ya puede leer un poco y narra la historia de una niña que cada lunes a la mañana tiene que pasar el ritual de dejar a su madre trenzarle el cabello y como trata de esconderse para evitarlo; pero al final termina encantada de como se ve.
Cornrows no es solo sobre cabello, sino sobre familia, amor, herencia africana e historia y tiene unos dibujos en blanco y negro tan hermosos que es valioso aunque sea por eso. Mientras la abuela trenza el cabello de sus nietos, les relata la historia y la tradicion detras de los Cornrowsdiferentes estilos de peinado de los africanos y cuan orgullosos deben sentirse de su herencia.
El ultimo libro que lei es Nappy. Este libro tambien tiene un trasfondo de historia afroamericana y en este caso una madre le cuenta a su hija que aunque tenga el cabello tan nappy que “rompe peines”  y no le guste que la peinen, existen muchos fuertes y orgullosos negros como ella que ayudaron a cambiar la historia americana como Rosa NappyParks o Angela Davis.
Hay mas libros sobre este y otros temas y cuando tenga la oportunidad de leerlos posteare mi opinion.
Ultimamente he estado leyendole estos (y mas ) libros a Feromsa y le encantan, para el es un nuevo mundo que se esta abriendo y es pura magia!
Es maravilloso poder tener la oportunidad de mostrarle estas historias positivas que estan realcionadas a su herencia africana. Pronto tendre la oprtunidad de leerselas a Feven tambien. Aun si algunos de Uds no son lectores de libros en ingles, estos libros son muy buenos para sus niños, ya que solo las imagenes relatan las historias y sabemos que los chicos adoran las ilustraciones.
Mimando tu cabello natural


  • Masajear el cuero cabelludo es una práctica simple con muchos beneficios, ya que estimula la secreción de aceites naturales y estimula la circulación de la sangre. Toma unos minutos cada día para hacerlo con un poquito de aceite esencial aún cuando lleves trenzas o cornrows.
  • Antes de dormir dedícale algo de tiempo a tu cabello para prepararlo. Aplica un humectante en las puntas y cúbrelo con un pañuelo de satín o seda.
  • El cabello natural tiende a absorber humedad, por lo cual es necesario mantenerlo siempre humectado y suave ya sea con aceites naturales o un “condition wash” (aplicar acondicionador solamente, enjuagar y estilizar) cada dos días.
  • Cada dos semanas procura aplicar un tratamiento profundo después del champú para nutrir y fortalecer tu cabello (especialmente durante el invierno). Si llevas trenzas o cornrows opta por un tratamiento de “hot oil” y si lo llevas suelto, prueba con mascarillas cremosas para el cabello. No olvides ponerte un gorro plástico sobre el cabello con tratamiento durante unos 10 o 15 minutos para que penetre y obtengas los mejores resultados.
  • Si vas al spa, aparte de relajarte, aprovecha para acondicionar tu pelo. Aplica un tratamiento o acondicionador profundo y envuelve tu cabello en una toalla caliente. Luego entra en el sauna o vapor y quédate durante unos 20 minutos, tu cabello te lo agradecerá.
  • Es muy importante que te cortes las puntas con regularidad, sobre todo si notas que se te forman nudos. De esta manera también contribuyes a mantener su forma y a que las nuevas hebras crezcan con libertad.